Padre Ignacio Muñoz: El sacerdocio es amenazado permanentemente por numerosos peligros

En la homilía, durante la eucaristía celebrada ayer miércoles 23, en la catedral Nuestra Señora de las Mercedes, el Padre Ignacio Muñoz se refirió a los peligros que amenazan al sacerdocio. Estas, y otras afirmaciones, las realizó en el marco de la acción de gracias por el 20° aniversario de su ordenación sacerdotal, de manos de Monseñor Carlos María Collazzi, el 23 de octubre de 2005, en esta misma catedral.

El P. Ignacio, citando a San Juan Crisóstomo –patriarca de Constantinopla, siglo IV- identificó varios peligros para el sacerdocio: “principalmente la inmensa responsabilidad del cargo y las presiones externas. Estos peligros incluyen la indignidad del propio sacerdote, la necesidad de enfrentar a quienes pretenden el cargo por motivos equivocados, y el riesgo de ser influenciado negativamente por las malas compañías y la política, en lugar de servir al bienestar espiritual de la Iglesia. Crisóstomo enfatiza la necesidad de una preparación ascética rigurosa, una gran prudencia y una fe inquebrantable para resistir las tribulaciones del ministerio”.

Continuó diciendo, que “San Juan Crisóstomo temía no ser digno de las responsabilidades asociadas, como gobernar las almas y participar en la Eucaristía”. El padre Ignacio enfatizó que los sacerdotes como pastores de almas, a la hora de enfrentar al tribunal de Dios, no solo deberán rendir cuentas por sus obras y/u omisiones, sino también por las obras y/u omisiones del rebaño por ellos pastoreado; de no haber ejercido su ministerio correctamente.

En otro momento, citando al gran San Agustín, destacó que los obispos y los sacerdotes son administradores de la Palabra y de los sacramentos, no son sus dueños, porque el verdadero dueño es el Señor Jesús: “Cristo  es el verdadero ministro; los sacramentos son instituidos por Cristo y administrados por Él mismo a través del Espíritu Santo, y que los obispos y sacerdotes son ministros.”

“Los obispos y los sacerdotes- sostiene San Agustín- a través de su predicación, no buscan el beneficio personal, sino que se dedican a anunciar la verdad de Cristo para alimentar a los hermanos.” , concluyó  el Padre Ignacio Muñoz.

Los sacerdotes Germán Celio (párroco de la catedral) y Mauro Cardozo (párroco de Nuestra Señora del Pilar, Fray Bentos) acompañaron al P. Ignacio, junto a fieles de Mercedes y algunos provenientes del Departamento de Colonia. El P. Muñoz es actualmente párroco de Nuestra Señora del Carmen, en la ciudad de Carmelo.

 

*Foto: Beatriz Tabeira

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