Con asistencia de numeroso público, fueron realizadas las celebraciones de Noche Buena y de la Natividad del Señor, en la catedral de Mercedes, el martes 24 y miércoles 25, respectivamente.  Ambas eucaristías estuvieron presididas por Monseñor Luis Eduardo González, obispo diocesano, quien fue acompañado –en la primera celebración- por los sacerdotes Germán Celio y Antonio Mazza, y el diácono Aníbal Arroyo.

En un ambiente de alegría, unción, respeto y de gran brillo, y animado por un conjunto musical y coral, la comunidad católica celebró la Buena Nueva del nacimiento del Divino Redentor. Fue característica de estas celebraciones, la presencia de numerosos y bulliciosos niños y niñas, acompañados por sus familias.

Monseñor Luis Eduardo, en una parte de su homilía afirmó que “debemos como cristianos, como católicos, dar testimonio de esta alegría del Niño Dios, de su nacimiento, llegando incluso a aquellos que dicen ‘no quiero que Dios se meta en mi vida, lo quiero lejos de mí’ porque nuestra misión es contagiar a toda la sociedad de esa alegría, de esa esperanza, de esa promesa que el Reino sea una realidad en esta tierra.”

El obispo anunció que el próximo domingo 29 se dará inicio, en la diócesis de Mercedes, al Año Jubilar o Año Santo 2025, inaugurado oficialmente por el Papa Francisco, en la Basílica de San Pedro, el martes 24. La actividad comenzará con una procesión desde la capilla María Auxiliadora hacia la Catedral de Mercedes, templo este que será templo jubilar, lo cual significa que los fieles —bajo ciertas condiciones- que la visiten recibirán indulgencias.

La adoración del Niño Dios, a los pies del Pesebre, fue uno de los momentos más culminantes, en la Misa de Noche Buena.

*Foto: Gentileza de Maxi De la Cruz Garetta